Después de que Emmanuel Macron anunciara la disolución del gobierno, la fundadora del Théâtre du Soleil*, Ariane Mnoutchkine, se pregunta, en vísperas de las precipitadas elecciones: ¿Qué hicimos que no hubiéramos debido hacer?
Por Ariane Mnoutchkine
(Traducción al castellano: Susana Sherar)
¿ Qué no hicimos? ¿O qué hicimos que no hubiéramos debido hacer? Pensábamos que teníamos tres años para pensar en eso pero, de golpe, este gesto del presidente de la República… (gesto de adolescente caprichoso, lleno de furia, de frustración, de orgullo desmesurado…) Y ahora no tenemos más que tres semanas. Ninguna organización sensata, ninguna reflexión es posible. Emmanuel Macron hubiera podido decir: “Disuelvo el primero de setiembre”. ¡Pero no! Quiere castigar. Hecha un bidón de nafta sobre las cenizas encendidas. E incendia nuestra casa, nuestro país, la Francia. Y observa a todos los otros agitarse para salvar algunos muebles, algunos recuerdos, algunas fotos.
Temo que cualesquiera sean las palabras que me vienen hoy, sean un grito de terror ante la catástrofe que se nos viene.
Una catástrofe política, social, simbólica y, para algunos de nosotros –los artistas entre otros–, moral.
Si, nos vamos a encontrar muy pronto, quizá inmediatamente, ante un dilema moral: ¿qué hacer cuando tengamos un ministerio de cultura RN**, un ministerio de educación RN, un ministerio de salud RN, un ministerio del interior RN? Y no hablo de incompetencia probable, eso lo dejamos de lado…
Hablo del momento en el cual corremos el riesgo de volvernos colaboradores. ¡Si! ¿En qué momento tenemos que dejar de hacer teatro en un gobierno RN? ¿Hasta dónde vamos a aparentar no ver el deterioro de las libertades y de la solidaridad? ¿Hasta cuándo?
Concretamente, ¿en qué momento la democracia es subrepticiamente y luego notoriamente atacada? ¿Qué hacemos frente a la primera ley que pase restringiendo libertades? ¿En qué momento me paro? ¿En qué momento cerramos el Soleil? O al contrario, ¿nos seguiremos contando que resistimos desde adentro?
Los lobos que se vienen se disfrazan de zorros. Pueden también elogiarnos, darnos los gustos, financiarnos. Antes de sujetarnos y deshonrarnos. Estas cuestiones me persiguen. No quiero ser el personaje que representé en el Mefisto de Klaus Mann en 1979.
¡Un Frente lo más amplio posible! Cuando hablo así es porque a los RN ya los veo manejando, en razón del poco tiempo que queda para impedir su llegada.
Espero leer el programa de ese frente llamado Popular. Lo espero con todas mis ganas y lo espero lo más amplio posible; si no, no es un Frente.
No lo podría aceptar si fuera una máscara de ciertos líderes de esa NUPES*** que nos hizo tanto mal, porque la política no debe ser solo táctica-cínica al servicio de convicciones más brutales que sinceras. Debe fundarse sobre la verdad y el amor a la humanidad.
Tengo 85 años y crecí con una certidumbre compartida con mi generación: íbamos hacia algo mejor, especialmente gracias al programa del Consejo nacional de la Resistencia****. La situación actual era entonces, para mí, inverosímil, hasta el 2002, cuando el FN***** llegó a la segunda vuelta de la elección presidencial. Desde entonces, es mi fantasma.
Macron es demasiado chiquito para portar solo la totalidad del desastre. Pienso que nosotros, gente de izquierda, gente de cultura, somos en parte responsables. Largamos al pueblo, no quisimos escuchar sus miedos, sus angustias. Cuando la gente decía lo que veía, se les decía que estaban equivocados, que no veían lo que veían. “Es un sentimiento engañoso”, se les decía. Y, como ellos insistían, se les dijo que eran imbéciles… Y, como siguieron insistiendo, se los trató de hijos de puta. Se insultó a un buen tercio de Francia por falta de imaginación. La imaginación es lo que permite ponerse en el lugar del Otro. Sin imaginación, no hay compasión. Antes no había ningún profesor que votara FN. ¿Cómo puede ser que hoy sí? ¿Cómo tantos otros empleados públicos –tan implicados en la cosa pública– que votan RN cada vez más?
No estoy segura que hoy una toma de palabra colectiva de los artistas sea útil o productiva. Una parte de nuestros conciudadanos está podrida de nosotros: podridos de nuestra impotencia, de nuestros miedos, de nuestro narcisismo, de nuestras negaciones.
Aquí me planto. Hasta aquí llegué.
Una reflexión muy oscura, incierta y en movimiento.
Felizmente nosotros, nosotros, tenemos al público y yo tengo a la Compañía. Felizmente –¡mi Dios!– que los tengo al lado mío. Hay amabilidad, amor, amistad, estima, confianza. Con eso resistiremos.
Publicado originalmente en el diario Libération, domingo 16 de junio de 2024.
Notas :
*Théâtre du Soleil: compañía de teatro situada en el Bois de Vincennes, al este de París, fundada por
Ariane Mnoutchkine, a modo de sociedad cooperativa, en 1964. Hay tres salas donde se puede ver
teatro de gran calidad a un precio módico.
**Rassemblement National: partido francés de extrema derecha, dirigido por Marine Le Pen.
Es el partido que llevó mas diputados de Francia al Parlamento europeo en las últimas elecciones del 9 de
junio, con un score en todo el país de un 32%.
***Nouvelle Union Populaire Ecologique et Sociale: alianza parlamentaria de los partidos de
izquierda creada después de las últimas elecciones presidenciales en Francia.
**** Consejo Nacional de la Resistencia: Durante la Segunda Guerra Mundial, Jean Moulin creó el CNR
en 1943, un organismo que dirigió y coordinó los diferentes movimientos de la Resistencia interior
francesa. Su programa adoptado en 1944 incluía también las medidas a tomar en urgencia, ni bien el
territorio fuera liberado de los nazis, con una lista de reformas económicas y sociales.
***** Front National: partido de extrema derecha precedente del RN, creado por Jean Marie Le Pen, que llegó a la segunda vuelta en las présidentiales del 2002 contra Jacques Chirac, quien finalmente vencio con 82% de votos.