
La obra Todo terminará para Navidad, escrita y dirigida por Aldo El-Jatib, asombra por su ingenio expresivo. Sin exagerar, podemos decir que esta vez el rayo pegó de pleno en el Teatro del Rayo

Por Andrés Maguna

Poco después de la Batalla de Cer, que fue la primera de la Primera Guerra Mundial, a fines de julio de 1914, los dos bloques enfrentados (las Potencias Centrales y los Aliados) estaban seguros de un rápido triunfo y vaticinaban que con seguridad la guerra terminaría “antes de Navidad”, y todos, en especial los millones de soldados con sus armas listas para disparar, se aferraron a esa expresión de deseo convertida en sentencia. “Todo terminará antes de Navidad” comenzó a repetirse como un mantra, hasta que llegó la Navidad y las trincheras convertidas en picadoras de carne humana a gran escala convirtieron en ingenuo dicho voluntarista la frase, que con el tiempo pasó a tomarse como otro ejemplo de la inveterada necesidad del ser humano de poner sus esperanzas en un futuro cercano, quizá como una focalización del deseo de poner fin a un sufrimiento.
Cien años después, en la Argentina de Milei, a poco de comenzado el 2024, e iniciados los padecimientos de la gran mayoría de la población, se fue extendiendo un comentario: “No llega a la Pascua”. Hasta que pasado el mes de abril de ese año quedó claro que no sería fácil echar del sillón de Rivadavia al títere-tiranito de los poderes económicos de facto. Y pasaron 16 meses más, hasta que el viernes 5 de septiembre de 2025, en el Teatro del Rayo de la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, Aldo El-Jatib estrenó Todo terminará antes de Navidad (sesenta y seis minutos antes de Nochebuena), y el intríngulis centenario quedó expuesto con todas sus entrañas al aire para que cualquiera pueda darse cuenta, para poder sacar conclusiones sobre lo bueno y lo malo que se puede encontrar examinado devenires del pasado, sobre todo del pasado que encadena este presente.
Porque Todo terminará antes de Navidad, la obra escrita y dirigida por El-Jatib, quien también aparece en escena acompañando a cinco actores que se desempeñan maravillosamente (Sebastián Arriete, Exequiel Orteu, Leticia Beux, Josefina Valdés y Marcelo Lavatelli), resulta ser un “aleph teatral”, en el sentido que le da Borges: un punto en el espacio que contiene todos los puntos, todos los lugares y todos los tiempos del universo, una especie de acceso breve al infinito a través del cual todo es visto desde todos los ángulos simultáneamente.

¿Cómo hicieron El-Jatib y los suyos para conseguir este diamante? Lo único que se me ocurre pensar es que esta vez el rayo pegó de pleno en el Teatro del Rayo y cinceló, con todo el fuego, la fuerza y la electricidad de la imaginación material algo que ya estaba ahí, preformándose hace más de treinta años, cuando arrancó sus acciones el Grupo Laboratorio de Teatro, emblema de la experimentación del arte dramático en la ciudad de Rosario.
Durante unos vertiginosos 80 minutos los seis “operadores teatrales” desarrollan más de 50 escenas, con sus sendos cambios de vestuario, por medio de las cuales ofrecen un dinámico panorama panóptico que se contiene a duras penas al borde del abismo del frenesí, siendo norma la singularidad de cada una de ellas, muchas de la cuales pueden considerarse perfectas en función de su original expresividad.
No quiero destacar ninguna de esas hermosísimas escenas porque implicaría describirlas (y son muchas), con lo que se arruinaría algo del genuino asombro que asalta (y seguramente asaltará) a los espectadores al presenciarlas. Un asombro que nos hizo abrir la boca, literalmente, a mí y a mi hija Sol, que me acompañó al trabajo, compartiendo una experiencia del todo inusual: el descubrimiento de algo extraordinario, sorprendente y revelador.
A veces el laborioso trajín de la crítica depara placeres que justifican todos los sinsabores, como me sucedió en este caso con Todo terminará antes de Navidad, el viernes previo a la definición electoral en la provincia de Buenos Aires que amargó al títere-tiranito, configurando de alguna manera un alivio para la mayoría de los que padecemos su gobierno, tal como se ve en este aleph teatral del Rayo y El-Jatib, que condensa un repaso ultrasimbolista de los últimos cien años de la historia del mundo y de la Argentina, reflejando las facetas siniestras junto con las amorosas de la esencia humana, asociándolo al presente, demostrando que esa esencia dual que parece repetirse también conecta con el concepto de impermanencia sin generar contradicciones.
Para cerrar, destaco el gozo que trasuntan los actores actuando, operando ese aceitado dispositivo teatral que no cesan de afinar los del Rayo, con sus complejas sincronizaciones visuales-lumínicas y auditivas-sonoras (con especial énfasis en el tratamiento de la voz, explorando los límites de sus posibilidades), su detallismo obsesivo en el vestuario, sus sorprendentes ingenios escenográficos. En fin, una “locura” al máximo que, ahora quedó demostrado, no es otra cosa que genialidad.
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FICHA:
Título: Todo terminará antes de Navidad (sesenta y seis minutos antes de Nochebuena). Texto, dramaturgia y dirección general: Aldo El-Jatib. Elenco: Sebastián Arriete, Exequiel Orteu, Leticia Beux, Josefina Valdés, Marcelo Lavatelli, Aldo El-Jatib. Operación técnica: Maywa Vargas. Producción: El Rayo Misterioso. Sala: Teatro del Rayo. Función estreno del viernes 5 de septiembre de 2025 (seguirá en cartel, en la misma sala, los viernes a las 21 horas).