¡Cinéfilos, a elegir!

“La estrella que perdí”, film de Luz Orlando Brennan

El BAFICI Rosario, en tres salas de la ciudad, del 28 de agosto al 1° de septiembre, ofrece una selección de lo mejor del festival porteño, presencias estelares, recitales y mucho más

Por Fernando G. Varea

El comienzo fue en 1999, con Andrés Di Tella como director y Francis Ford Coppola entre los invitados: el Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires surgía apenas tres años después de la reaparición del Festival de Mar del Plata (todavía rezagado para difundir un cine más diverso o moderno, salvo por una sección que coordinaba Nicolás Sarquís). Al año siguiente, Di Tella era reemplazado por Quintín, uno de los fundadores de la revista de cine El Amante.

La sigla BAFICI ya sonaba a algo deseable entre los cinéfilos cuando, en mayo de 2003, en el extinto cine Del Patio (en la galería del mismo nombre de Sarmiento al 700), se llevó a cabo por primera vez en nuestra ciudad la muestra con parte de lo exhibido en el festival, iniciativa de la revista local El Eclipse. Según un informe de sus organizadores –que al mes siguiente publicaba el querido y recientemente fallecido Mario Piazza en su boletín Cineastas Rosarinos–, el debut había sido exitoso, con cinco realizadores acompañando la proyección de sus películas y turnos agotados para visualizar material de la videoteca en los boxes dispuestos en el Centro Cultural Parque de España.

El festival siguió haciéndose, con cambios en su dirección (en 2004 el secretario de Cultura porteño desplazó a Quintín por considerar incompatible que empezara a dirigir, al mismo tiempo, un festival similar, el MARFICI), y lo mismo la muestra itinerante en Rosario, que perduró en distintos espacios bajo responsabilidad de la productora autogestionaria Calanda, impulsada especialmente por Rubén Plataneo.

Son muchos los recuerdos de mi asistencia al festival porteño tanto como a la siempre bienvenida muestra local, pero imposible olvidar el BAFICI de 2007, cuando participé por primera vez como periodista acreditado y el director era Fernando Martín Peña: el vértigo de películas, charlas, presentaciones de libros y recitales, desplegados a lo largo de dos semanas en el primer piso del shopping Abasto y otros ámbitos, desde el film más reciente del canadiense Guy Maddin con música en vivo en el teatro Colón hasta una charla ofrecida por Tom Waits en el teatro Alvear, la exhibición de largometrajes que el argentino Hugo Fregonese había filmado en el exterior en impecables copias en 16 mm y 35 mm, la presencia del documentalista estadounidense Donn Alan Pennebaker y la presentación en Harrod’s del músico francés Yann Tiersen (precedido por la banda rosarina Vera Baxter), permitía sentirse como Hansel y Gretel descubriendo aquella casa edificada con dulces de todo tipo y color, en este caso no con el peligro latente de una bruja sino de que el frenesí audiovisual se diluyera en el futuro, por recortes y decisiones gubernamentales.

De hecho, ya ese año Peña se lamentaba por la falta de apoyo del INCAA, lo que había llevado a recurrir a un plan de financiación de urgencia, debiendo suspenderse algunas visitas y actividades.

Sorprende hoy el dato que el premio de la sección competitiva argentina incluía un subsidio de 150.000 pesos (para aliviar gastos de ampliación, lanzamiento y difusión) y que había un segundo premio de 10.000 pesos.

Como era de esperar, este año, con el economista Carlos Pirovano al frente del INCAA, la edición del BAFICI estuvo atravesada por noticias adversas, bronca y desaliento. Afortunadamente, el equipo de Calanda Producciones, sin negar el difícil contexto (hablan de “año aciago para la producción nacional” en sus gacetillas) y con el apoyo de la Secretaría de Cultura de la provincia de Santa Fe, compartirá en los próximos días mucho de lo más valioso que se exhibió en abril.

Las funciones de esta 20ª edición del BAFICI Rosario serán en el vitalizado Cine El Cairo (Santa Fe 1120), el Centro Cultural Lumière (Vélez Sarsfield 1027) y la sala de la Asociación Médica (España y Tucumán), donde hace un par de años, tiempo después del fallecimiento de su director Alfredo Scaglia, retomó sus funciones el Cine Club Rosario (casi mi segundo hogar durante mucho tiempo).

Para la inauguración, el miércoles 28 a partir de las 20 en El Cairo, después de palabras a modo de recepción de la ministra de Cultura Susana Rueda, de representantes del BAFICI y de los jóvenes Lucas Vignale y Lorenzo El Ángel Ferro (autores del corto La Pasión, premiado en el festival) habrá proyección de cortometrajes, brindis y helado.

El jueves 29 en El Cairo se exhibirán a las 18 un corto del griego Nikos Kyritsis y Leme do destino (2023), largometraje de Julio Bressane (director brasileño rastreado en los festivales), y a las 20.30 El placer es mío (2024, ficción de Sacha Amaral, realizador también brasileño aunque radicado en Argentina), cuyo protagonista (Max Suen) sobrevive en medio de amistades fluctuantes y consiguiendo dinero siendo dealer, cadete y robando a su madre (Katja Alemann) o a quien sea, casi como si se tratara de una reversión de Alias Gardelito (1961, Lautaro Murúa). Se anuncia la presencia de Agustín Gagliardi, productor de este film cuya atmósfera habla de barrio y pesadumbre, sin tocar la sordidez, ganador del Gran Premio en el BAFICI.

El mismo jueves, en la sala de la AMR se podrá ver a las 19 el corto de Vignale-Ferro antes mencionado más El romántico (2024), documental de la tucumana Belina Zavadisca que explora la personalidad del destacado pianista Bruno Gelber. A las 21, allí mismo, será oportunidad para divertirse y también discutir: en Después de un buen día (2024, Néstor Frenkel), ante las desventuras del productor Enrique Torres por la película que se le ocurrió hacer, recurriendo solo a dos actores y un director debutante octogenario, asoma el espíritu de Ed Wood (aunque la obra de Torres tenga más astucia y picardía que pasión por el cine). Un film muy gracioso, aunque la visión acrítica de los fans que expone, incentivados por redes sociales y reacios a cualquier atisbo intelectual, podría encontrar equivalencias con ciertos fenómenos de la actualidad argentina. En el Lumière, en tanto, a las 19 se exhibirá un film uruguayo (Nina y Emma, de Mercedes Cosco). Está previsto culminar ese día con tragos y música del DJ Lautaro Saavedra y la banda LTN Noir en Feuer, de Maipú al 500.

El viernes 30 a las 17 en la AMR podrán verse cuatro cortos, dos de ellos especialmente atractivos, por distintos motivos. Uno es El alfabeto de los nadies (2024), del artista audiovisual y ensayista rosarino Gustavo Galuppo Alives, que compitió en el BAFICI y propone retratos de seres inventados, ordenados alfabéticamente. Realizado trabajosa y delicadamente con técnicas mixtas (generación de imágenes y textos con IA, intervención artesanal sobre papel), expresa belleza, artificio, misterio y quizás un aliento profético, por lo cual habrá que aprovechar la posibilidad de hablar con el propio realizador, quien estará presente en la sala. El otro es El empleo (1970), dirigido por Eva Landeck, una de las pocas mujeres que incursionaron en el cine argentino en los años 70, recordada por su largometraje Gente en Buenos Aires, estrenado en 1974.

“El alfabeto de los nadies”, Gustavo Galuppo Alives

Ese viernes a las 18, El Cairo ofrecerá una comedia chilena titulada Historia y geografía (2023), sobre una actriz cómica (interpretada por Amparo Noguera, vista en Una mujer fantástica y El conde) que desconcierta al planear una obra teatral sobre la historia de los mapuches. A las 20.30 será el turno de La estrella que perdí (2024), ficción argentina también sobre una actriz en problemas (encarnada por Mirta Busnelli) que será presentada por su directora, Luz Orlando Brennan, y a las 22.30 un corto dirigido por Santino Taratuto con la actuación de Martín Piroyanski precederá la proyección de La Habana de Fito (2023), documental de Juan Pin Vilar que reúne reflexiones del cantautor rosarino en torno a esa ciudad, algunas de las cuales generaron polémica en Cuba.

En el Lumiere, a las 19 habrá rock y psicodelia a través de Bajo el sol del rocanrol (2024), documental codirigido por Mónica Simoncini y Omar Neri sobre el editor y periodista Jorge Pistocchi, creador de las revistas Mordisco y El Expreso Imaginario. Se promete la presencia de Simoncini y parte del equipo. En la sala de la AMR, mientras tanto, a partir de las 19 podrá verse un corto canadiense y después San Pugliese (2024), documental sobre el maestro Osvaldo Pugliese con testimonios de su hija, su nieta, músicos y fanáticos, y a las 21 A paixao segundo GH (2023), película brasileña basada en una novela de Clarice Lispector y dirigida por Luiz Fernando Carvalho, de quien los cinéfilos más memoriosos (o veteranos) recordamos su maravillosa Lavoura Arcaica, estrenada en 2001 como A la izquierda del padre. A paixao… ganó el Gran Premio (compartido con El placer es mío) y el Premio a Mejor Actuación de la Competencia Internacional.

“Territorio”, Celestino Campusano

El sábado 31, la primera función será a las 17 en la AMR con Pandora’s Legacy (2024), de la austríaca Angela Christlieb, que explora la obra del gran director alemán Georg Pabst (1885/1967), continuando la muestra allí a las 19 con lo nuevo del infatigable José Celestino Campusano, Territorio (2024), y a las 21 con un corto japonés y el largometraje Gombrowicz o la inmadurez (2024), presentado por su director Nicolás Valentini, quien nació en España pero ha cumplido una intensa actividad como realizador y docente en Rosario. En El Cairo, se proyectará a las 18 Snot and splash (2023), que en el festival integró la sección Baficito; a las 20, Vrutos (así, con v corta), ficción dirigida por Miguel Bou sobre el enfrentamiento de un adolescente con un grupo de rugbiers en Lugano, ganadora del Gran Premio y el de Mejor Dirección de la Competencia Argentina, que contará con la presencia del propio Bou; y a las 22.30, un corto de la cordobesa Yuliana Brutti realizado en stop-motion antes de My swiss army (2024), documental dirigido por el alemán Luka Popadić. Este día el Lumière ofrecerá a las 19 la comedia Bajo naranja, dirigida por Michael Taylor Jackson, en la que él mismo actúa junto a Sofía Gala Castiglione y Vera Spinetta, entre otros, centrada en un mochilero estadounidense que viaja a nuestro país, y a las 21 el documental El cambio de guardia (2024), de Martín Farina, sobre un grupo de hombres que fueron parte del Regimiento de Patricios al comenzar la dictadura cívico-militar en nuestro país y se reencuentran regularmente, con el afecto interferido por fuertes discusiones sobre la realidad política argentina. Farina (de quien hace dos años se vio El fulgor, de excitante banda sonora casi desprovista de voces humanas, y el año pasado la muy conversada Los convencidos) estará acompañando su película, que ganó la Competencia Argentina y genera debates. Ese sábado a la noche habrá festejo con Charlie Egg y Los Faunos en Refi, de Vélez Sarfield al 600.

“Gombrowicz o la inmadurez”, Nicolás Valentini

El domingo 1º de septiembre, en AMR a las 17 se proyectará un corto brasileño más La odisea de Kamatsu (2024), coproducción argentino-japonesa realizada por Leo Liberman y Sofía López Mañán, que integró la Competencia Oficial internacional; a las 19, Yo filmé a Osvaldo Bayer, documental de Fabio Zurita con registros de distintos momentos de la vida del respetado historiador, escritor y periodista (y anarquista en serio) nacido en Santa Fe; y a las 20.30, School privada, nuevo eslabón en la singular obra de Lucía Seles, quien el año pasado estuvo presentando en Rosario Terminal Young (2023). Quienes vayan ese día al Lumière, encontrarán a las 19 un corto de Ainara Lungman y Corresponsal (2024), un thriller político ambientado en la Argentina de 1978 y premiado por la Asociación de Cronistas Cinematográficos de Argentina, dirigido por Emiliano Serra (quien cinco años atrás estrenó en salas de cine Cartero).

En El Cairo, finalmente, a las 20.30, después de un corto indio, una función especial para nostálgicos y cinéfilos: la proyección en 35 mm de Adiós Sui Géneris (1975), el documental sobre la despedida de la recordada banda de rock argentino, que fue demorado por el Ente de Calificación Cinematográfica para analizar cuidadosamente las letras de las canciones hasta que pudo estrenarse en septiembre de 1976 “prohibido para menores de 18 años”. El film –que incluye una escena de Sombrero de copa (1935, con Fred Astaire y Ginger Rogers) y la intervención de Norma y Mimí Pons– será presentado por su director Bebe Kamín. Y habrá una más esa noche: Lousy Carter (2023), comedia estadounidense dirigida por Bob Byington, a las 22.30.

“Yo filmé a Osvaldo Bayer”, Fabio Zurita

Cabe señalar que –salvo la función inaugural con cortos en El Cairo, que será gratuita– el acceso a cada función será de 2.000 pesos, cobrándose la mitad a jubilados, estudiantes de cine y socios del Cine Club Rosario, encontrándose más información consultando las cuentas de FB e IG de BAFICI Rosario.

Agrego dos situaciones que pueden ayudar a pensar sobre una cuestión que suele aparecer cuando se hace referencia a muestras y festivales. En mayo de este año, en medio de una charla en la Feria del Libro, el diputado Hernán Lombardi puso al BAFICI como ejemplo de buena gestión del PRO en la ciudad de Buenos Aires, mientras que hace poco, cuando le preguntaron en televisión a la realizadora Paula de Luque si el Festival de Mar del Plata tenía valor, respondió que lo que importaba en estos días era un festival que ella dirige, el Festival Internacional de Cine de la Provincia de Buenos Aires (como es sabido, gobernada por el peronismo). Tal vez sea inevitable, e incluso comprensible, que políticos y funcionarios promuevan los logros de eventos artísticos que acompañan con su gestión, pero lo deseable es que, por encima de ello, se imponga el sentido común de apoyarlos sin usarlos como escudos ni con el objetivo de rivalizar con contrincantes políticos. De las posibilidades que nos abren a los ciudadanos (apreciar películas cuidadosamente programadas en salas de cine a precios accesibles, tener a mano a sus directores y productores para hablar con ellos, participar de charlas que estimulan el aprendizaje y el debate, acceder a material que escapa a la lógica del mercado) podremos dar fe durante estos cinco días los rosarinos, tan necesitados de alegrías.

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