Un poema de Matías Ferri

Ilustración de Franz Kafka

Las cosas se llamaban como sonaban

Por Matías Ferri

de todo esto que me cuesta tanto hambre, estoy cansado

de las revistas en la sala de espera

de mi dentista

de que cadaquien ponga la coma donde quiera estoy cansado

de ver fuertes tigres estampados

en tapices y frazadas

de destripar las trizas de la tiza

en la pizarra, me dijiste tu guitarra tiene nombre y lo olvidé

de todo esto que me cuesta tanto hambre, estoy cansado

de la perversión incontenible

de los campeones

de que cadauno quiera ser un premio literario estoy cansado

de tocar la belleza ornamental

en la superficie ornamentada

de claveles de madera clavando calavera

en la curva que crucifica cruda

la marca de la lencería calada

de todo esto que me cuesta tanto hambre, estoy cansado

del vacío inexorable

de las latas de conserva

de que cadacual olvide o viole su lenguaje estoy cansado

de escuchar ciertas músicas

en radios y lugares

y lugares y lugares (sí, lugares)

que van del trueno a la tranquera

en-tre matorral-es al-es-

tilo muy de hoy

de todo esto que me cuesta tanto hambre, estoy cansado

de la náusea de las tres

de la mañana

de que cadasiempre se oculte en el ayer estoy cansado

de oler un perfume y quedar

abstracto como animal prendido a la prenda porno

aparedado y amurado entre ladrillo visto y

si lo he visto no me acuerdo

de todo esto que me cuesta tanto hambre, estoy cansado

de la indiferencia incandescente

de los escritorios

de que cadacuando deba rendirme a la pérfida negrura estoy cansado

de chupar las tetas de la cocinera y

no poder alimentarme, darme

siempre el pan de cada día

abran vía habrá vida mejor

si mi vecina va tan llena de

muchasgracias buenosdías

de todo esto que me cuesta tanto hambre, estoy cansado

de que se me vaya en un diminuendo

violento y lento

donde se aliteran en un eco seco

las voces de todos los que amaba

o los detalles

del rostro de mi abuelo o

de cómo eran sus arrugas que

nunca supe que

era tan importante sostenerlas en

la liviana imagen que

pesa más por borrarse que

por persistir

imaginate:

la memoria se

me moría de vergüenza

de perder y perder y

entonces la culpa

del recuerdo inútil

del cura colombiano que

me dio la comunión o

el olor a meo de gato que

tenía impregnado

en la ropa en la piel en el pelo en cualquier lado

mi maestra de preescolar

o el ruido que hacía

el ventilador de casa cuando

yo era chico y cuando

era más chico yo pensaba que ese ruido

tenía nombre y ese nombre era su propio ruido

me explico?

en lugar de todo eso yo podría

o no

recordar cuántas arrugas tenía el abuelo en la cara una a una

o

lo último que me dijo o

al menos

lo último que podría recordar

de todo lo que me dijo

como esa vez que

por primera vez vi

una estrella fugaz y

me dijo que pida un deseo y

ahora

no puedo recordar lo que deseé

esa vez

esa primera vez que

no puedo recordar tampoco

si fue la primera vez que

deseé

me explico?

es el detalle

lo que más hambre me da y me cuesta tanto

o me hambrea

o si por lo menos pudiera

me explico? recordar

algunas cosas que quisiera poder

retener

no sé muy bien por qué

como por ejemplo:

la supinación perentoria

de mi cuerpo en la cama

la última vez que sentí calor

porque mi cuerpo me mantiene atado a

habitar lugares y

lugares y lugares (sí, lugares)

y a veces a habitar veces y veces

los mismos lugares

me explico? recordar

cosas y cosas

por ejemplo:

ese ventilador de casa que

hacía ese ruido que

era su nombre para mí

que pensaba que

las cosas y cosas se llamaban

como sonaban y entonces

vino el lenguaje a romper

ese ruido ese nombre

ese todo lo que yo era antes de

empezar a ser y decir

porque antes para mí

las cosas y cosas y

lugares y lugares

se llamaban como ruidos

imaginate

en ese momento también creía

(cuando escuchaba que decían

que “cómo pasa el tiempo”)

que el tiempo pasaba no como

se suele decir que pasa

sino que pasa como pasan

algunas cosas y cosas y

pasan los ómnibus

las personas

(porque ya te digo que para mí

las cosas y cosas eran todo ruido)

y hablando de pasar

me explico? recordar

también

por ejemplo:

esa vez que rosana me dijo que

del amor al odio hay

un solo paso

entonces pensé que

por extensión o

por adyacencia debía

ser igual con todas las

cosas y cosas y

entonces

de la juventud a la vejez

del vientre a la tierra

de la uva al vino

del placer al delito

y todo de un paso y

si pasaba tiempo y tiempo y

pasos y pasos

se llegaba a cualquier lado

se entiende?

es que yo pensaba que

era todo ruido

tan insondable

denso

frenético

intenso

que si hubiera sabido que

tanto hambre costaba y quedaba

así de cansado de tanto soportar y soportar tantas

cosas y cosas y

lugares y lugares y

veces y veces entonces

qué hubiese hecho

dicho o pensado

si hubiese sabido

que las revistas en la sala de espera

que el vacío inexorable de las latas de conserva

que la perversión incontenible de los campeones

que la indiferencia incandescente de los escritorios

que la náusea de las tres de la mañana

en el fondo o

la superficie eran

(me explico?) lo mismo

y sólo se trataban de

soportar y soportar y

no de llenar y rellenar

con hambre

los mismos

lugares

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Un comentario Añadir valoración

  1. Mabú dice:

    De gran belleza es el poema de Matías Ferri, a quien no conocía y ahora disfruto.
    Gracias ❤️

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