Sobre el comunismo

Obra de Vladimir Maiakovsky, Personajes de la obra Mystery Buff

Poema-lógico en cinco movimientos

Por Mariano Mussi

I

Actividad es todo cuanto hacemos los seres humanos. Desde el más simple de los gestos hasta la más compleja de las creaciones.

Todas las actividades satisfacen alguna necesidad. No hay actividad sin necesidad.

La actividad requiere de nuestra acción creativa sobre las cosas que nos rodean. La actividad, por sí sola, no genera nada.

Las cosas que nos rodean son una herencia de la actividad de quienes nos precedieron. La actividad se realiza sobre cosas históricas.

Para que haya actividad es requisito poder acceder a las cosas históricas.

El producto es el resultado de la actividad. Los distintos productos satisfacen distintas necesidades.

Las necesidades determinan a los productos.

Los productos son intercambiables. No todos realizamos las mismas actividades.

Los productos –y las actividades– se comparan entre sí por el tiempo necesario para realizarlas. Las cosas más complejas o más difíciles de encontrar requieren más tiempo que las más simples o abundantes.

Cada generación acorta el tiempo necesario para elaborar cierto producto.

II

Cuando lo producido excede a lo que se necesita, decimos que se acumula.

Lo acumulado puede tener tres destinos: se destruye –potlach–, se conserva como riqueza colectiva o se utiliza para dominar a otros.

El tiempo necesario para crear un producto se llama valor. Cuando cualquier producto se acumula decimos que se acumula valor.

El valor se cristaliza en dinero. El dinero persiste en el tiempo mucho más que los productos.

El producto puede dejar de existir. El dinero que lo representa, no.

El dinero puede utilizarse para intercambiar productos, conservar la riqueza o producir más dinero –crear más valor.

III

El dinero crea valor cuando compra la voluntad de un individuo. La actividad que resulta de esta venta se llama trabajo.

El trabajo es la venta de la voluntad y la pérdida del tiempo libre.

El valor de lo producido por el trabajo siempre es mayor que el costo de la voluntad vendida. La diferencia es el valor creado.

El valor creado es una mentira: no existe como producto sino como necesidad insatisfecha.

El valor creado es dinero haciendo dinero.

Para que nos veamos obligados a trabajar –a vender nuestra voluntad– se nos debe impedir el acceso a las cosas históricas. Esto se consigue por medio de la violencia.

IV

Las necesidades que se satisfacen por medio del dinero están determinadas por el producto, toman su forma y sentido.

Para que el valor creado sea cada vez mayor, el costo de la voluntad comprada y el tiempo necesario para crear el producto deben ser cada vez menores.

No obstante, el único modo de crear valor es utilizando la voluntad comprada. A mayor uso de la actividad de otros, mayor creación de valor.

A esta forma de creación de valor se la llama productividad.

El desarrollo de las cosas históricas hace posible que el tiempo para crear un producto sea cada vez menor. Sin embargo, como el valor se crea y acumula comprando voluntad, también el tiempo libre es cada vez menor.

Cuanto menor sea nuestro tiempo libre, menores serán nuestras chances de crear nuevas necesidades.

Cuanto más restringidas sean nuestras necesidades, menor será nuestra libertad.

Nuestra libertad requiere del acceso a las cosas históricas.

El acceso a las cosas históricas hace que el trabajo sea prescindible como forma de actividad.

La recuperación de las cosas históricas requiere de un acto de violencia.

V

El acto de violencia es negación. La negación interrumpe, pero nada más.

Lo que interrumpe la negación es el trabajo. Al negar el trabajo, su sentido se dirige a la actividad y el tiempo libre.

Las actividades y el tiempo libre crean cosas históricas y necesidades diversas.

El conjunto de las cosas históricas y las necesidades constituyen la riqueza.

La abolición del trabajo crea riqueza.

El comunismo es lo que imaginamos después de la negación del trabajo.

Una sociedad donde las necesidades de cada quien condicionan las actividades es una sociedad comunista.

El comunismo no es un punto de llegada.

Donde reina el trabajo y el sometimiento de la voluntad, imaginar la forma concreta de una sociedad así es muy difícil.

La negación es un primer acto de pensamiento.

La negación es un primer acto de libertad.

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